lunes, 17 de marzo de 2008

¿Para qué un cineclub?


El cine constituye un medio educativo y de difusión cultural relevante habilita nuevas formas de divertirse, de aprender, de vincularse con el arte y con las personas ... ¿y si hacemos un cineclub?

Señalamos a continuación, sin pretensión de exahustividad, los objetivos generales de un cineclub en el marco de los CAJ:

1. Generar un espacio de encuentro en el marco del CAJ, a partir de la experiencia de la proyección de un film y el posterior debate en torno a él.

2. Contribuir a dinamizar los vínculos entre la Escuela, el CAJ y la realidad socio-cultural.

3. Facilitar la función comunicativa en tanto espacio de ejercicio de la palabra pública, alentando el diálogo, la argumentación y la fundamentación de las opiniones.

4. Contribuir a la formación cultural de los adolescentes y los jóvenes, y a su sensibilidad estética, a partir del disfrute de producciones culturales.

5. Generar espacios para la difusión e investigación de obras cinematográficas y establecer posibles vínculos con la literatura, la fotografía, la música y el teatro.

6. Abrir un espacio enriquecedor de la comunicación intergeneracional, adultos-jóvenes, en torno al cine y a la práctica del debate.

7. Desarrollar vínculos con instituciones culturales y educativas.

8. Valorar las obras artísticas relevantes de la cinematografía en diferentes etapas históricas, tanto nacionales como internacionales.

Infraestructura y tareas básicas

Los cineclubes, en el mejor de los casos, pueden funcionar en un auditorio, aunque esta condición no es indispensable ya que pueden desarrollarse en pequeñas aulas de clase o en cualquier otro lugar donde pueda instalarse un televisor y una video casetera.
De hecho, las nuevas tecnologías permiten llevar a cabo las actividades de cineclub en múltiples ámbitos. El cine puede verse en salas de proyección y el soporte es fílmico, lo que requiere de un equipamiento diferente al que estamos proponiendo en este caso.
Para el funcionamiento de un cineclub en el Centro de Actividades Juveniles es necesario entonces, contar con un espacio de visualización de películas y una buena dotación de sillas, dependiendo de la capacidad de la sala. [6]
En cuanto a los recursos técnicos específicos, lo básico es disponer de un televisor y un videoreproductor.

En caso de contar con equipo de audio, el mismo puede conectarse a la video y mejorar, de esa manera, el sonido ambiente.
Si se programan películas en horas del día, es necesario tener en cuenta los niveles de luz de la sala, por lo tanto es necesario pensar en cortinas o cartulinas negras para oscurecer el espacio. Una sala demasiado iluminada conspira contra la concentración de los espectadores y empeora la calidad de la imagen.
Antes de la proyección de la película, es necesario “chequear” el sonido, el funcionamiento de la videocassettera y la calidad de la copia.
Es conveniente proteger de golpes y polvo a los equipos y materiales y una limpieza de los cabezales del video reproductor una vez al semestre, según la dinámica de las proyecciones, teniendo cuidado de los elementos técnicos, del alquiler de películas y de la organización y puesta a punto de todo lo necesario para el funcionamiento de la actividad:

1. Las películas (si son VHS) siempre deben rebobinarse después de ser utilizadas.

2. Las películas deben guardarse siempre en su cubierta original o caja.

3. Es conveniente no avanzar, ni retroceder el cassette con la video en Play. Lo ideal es oprimir Stop y luego avanzar o rebobinar; salvo cuando la intención es visualizar un detalle de una toma, un efecto especial cuadro por cuadro, poner en puerta un fragmento específico, etc.

Las tareas señaladas (y otras que resulten necesarias) son importantes para el buen desarrollo de las actividades. Los integrantes del cineclub forman un equipo que, aunque no sea fijo y contemple el recambio de sus miembros, debe planificar dichas tareas y garantizarlas distribuyendo responsabilidades, previendo los tiempos, etc.

Diseño y organización de ciclos

Lo “medular” de un cineclub, es la organización de ciclos de cine-debate. Esto implica tener en cuenta aspectos tales como:
Para la elaboración de la programación puede hacerse un relevamiento de los intereses de los asistentes, lo que no quiere decir que la selección deba irremediablemente condescender con los intereses del público, es posible que dentro de un ciclo no todas las películas sean “divertidas” o “fáciles” de ver.

La existencia de una vastísima producción cinematográfica, permite organizar muestras sobre diversos ejes temáticos, tantos como intereses puedan surgir.
Los cineclubes, a diferencia de las salas de exhibición comerciales, tienen la ventaja de poder programar películas sin estar atados a la nómina de los éxitos del momento. Esto no quiere decir que haya que excluirlos, pero podemos en función de esta ventaja rescatar títulos que pasaron desapercibidos en el momento de su exhibición comercial y que descansan en los estantes de los distribuidores o videoclubes.

Por otra parte, también es posible gestionar ante otras instituciones (cinematecas, embajadas, instituciones terciarias y universitarias, centros culturales como el Goethe-Institut, el Italiano, de Brasil, la Alianza Francesa, etc.) la cesión, préstamo o alquiler de películas de valor significativo y no comercial.

En el cineclub, se pueden programar muestras de documentales, retrospectivas, películas que han sido importantes en la historia del cine (clásicos), vanguardias (nueva ola francesa, neorrealismo italiano, impresionismo francés, expresionismo alemán, comienzos de la cinematografía rusa, las experiencias del dadaísmo y el surrealismo, etc.). Películas que en el imaginario delinearon formas de ver y de vernos en cada década, como también las más representativas de cada género[7].

Pueden programarse, asimismo, ciclos de “cine de autor”, basados en la obra de diversos directores, bandas sonoras, directores de fotografía, etc.
Es posible, igualmente, imaginar muestras sobre el cruce de diferentes temáticas, por ejemplo: el cine y el tango, el cine y los movimientos políticos, el cine y los cambios sociales, el cine y deportes, cine y literatura, identidad, género, derechos humanos, culturas del mundo, tecnología, etc.

Para estos ciclos es recomendable generar guías para el análisis y posterior debate de las películas, a fin de enriquecer los intercambios.

Para organizar ciclo de cine debate sugerimos entonces considerar las siguientes cuestiones:

· Definir el eje del ciclo: por temas, por directores, por actores, por épocas, etc. [8]

· Búsqueda de las películas en formato de video (videoclubes, instituciones culturales, etc.), es posible pensar en algún tipo de convenio con instituciones, CAIEs de la provincia,[9] embajadas, centros culturales, para obtener variedad de títulos a costos accesibles o en préstamo.

· Definir, invitar y garantizar la presencia de la persona encargada de coordinar los debates.

· Diseño e impresión del programa (biografía de directores, ficha técnica de cada película[10], comentarios críticos, inserción de fotografías y/u otra información considerada relevante). Esta información puede obtenerse a través de Internet, por ejemplo, o simplemente, extraer lo relevante de la información que viene impresa en la tapa de videocasete. En algunos casos puede hacerse una síntesis argumental de la película mirándola previamente y trabajando en equipo con algún profesor de lengua o literatura.

· Gestión de los gastos: transporte, materiales de trabajo, “publicidad y propaganda, etc.

· Convocatoria: quiénes, cuándo, dónde, de qué modo, etc.

· Acondicionamiento del lugar.

Junto con las actividades propias de la programación de ciclos de cine - debate, pueden desarrollarse otras acciones enriquecedoras y que le dan su real dimensión al funcionamiento de un cineclub. Entre ellas, se proponen:

a)Elaboración de guías técnicas y de análisis de las películas que vayan proyectándose para utilizarlas en distintas áreas curriculares.

b) Elaboración de críticas que recojan las impresiones posteriores a cada exhibición, que permitan re-pensar criterios de selección para futuras programaciones.

c) Búsqueda de información sobre directores y películas: ideología, trayectoria artística, contexto histórico de la película y contexto dentro de su obra.[11].

d)Creación de una base de datos relacionada con el cineclub.


Otras posibles actividades del cineclub
Presentamos a continuación una lista somera de actividades que pueden desarrollarse en el marco de un cineclub, además de sostener el desarrollo de ciclos de cine-debate:

a) Conferencias sobre temas relacionados con el cine.

b) Cursos de iniciación cinematográfica y seminarios especializados[12];

c) Diálogo con profesionales de distintas áreas de la cultura, en el marco de una proyección.

d) Talleres de elaboración de guiones[13].

e) Realización de ciclo infantil (o destinados a públicos determinados).

f) Actividades en torno a historietas-imágenes-guiones. Veamos cómo podría desarrollarse esta propuesta:

Una película es una forma más dentro del universo de las producciones audiovisuales y por lo tanto existen otras maneras de producir que no requieren del registro con cámara, ni de equipos de filmación.

Ejemplo: un comic es imagen y texto, el encuentro de esos dos registros se produce en el lector que une y decodifica el mensaje que encierra la historia.
Sin embargo, y también, puede verse esa sucesión lógica de dibujos como el Story Board de una película que, como un cómic, es la historia dibujada de la película, expuesta plano a plano por medio de dibujos que señalan el encuadre a realizar y van acompañados de los textos con los diálogos correspondientes. Es muy útil en el momento del rodaje, pues facilita el trabajo de los técnicos sobre todo en secuencias de acción. Es imprescindible donde hay efectos especiales que posteriormente han de superponerse.

En este sentido, con un proyector de diapositivas se pueden dibujar sobre papel translúcido y proyectar los dibujos sobre una pared blanca, poniendo luego sonido desde un equipo, grabando voces, músicas, sonidos ambiente.

En caso de contar con un scanner se pueden digitalizar los dibujos y trabajarlos en la computadora con un programa de diseño, para luego, utilizando por ejemplo, el movie maker [14]hacer una edición[15] musicalizada para ver en la pantalla de la computadora o bajar la información a un Cd, en caso de contar con grabadora.

Si pensamos en estos términos o en cualquier otro que se nos ocurra para generar nuestras propias imágenes, es posible desarrollar actividades tales como:

· Selección de músicas para guiones o escenas producidas por los jóvenes.
· Reescribir el argumento de los films desde puntos de vista diferentes.
· Realización de un cómic sobre el tema de una película o alguno de sus aspectos más significativos o sobre una idea original de los jóvenes[16].

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El cine constituye un medio educativo y de difusión cultural relevante
habilita nuevas formas de divertirse, de aprender,
de vincularse con el arte y con las personas

... ¿y si hacemos un cineclub?

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